ARA SAN JUAN: LA BICAMERAL PRESENTARÁ SU INFORME FINAL

La comisión Bicameral Investigadora de la «Desaparición, Búsqueda y Operaciones de Rescate del ARA San Juan» presentará durante las próximas semanas su informe final sobre las causas que provocaron el siniestro que le costo la vida a los 44 tripulantes. En dicho informe, que fue elaborado por diputados, senadores y técnicos, se determina que la primera línea de responsabilidad estuvo en la cadena de mando de la Armada a quienes le adjudican una «responsabilidad directa con la tragedia».

En los últimos meses los integrantes de la comisión y su cuerpo de especialistas realizaron una serie de reuniones donde analizaron todos los testimonios y la extensa documentación reunida durante más de un año de pesquisa. Después de esos análisis, aseguran que no les quedaría ninguna duda sobre la identificación de cuáles serían las causas del hundimiento, sus responsables directos y las recomendaciones necesarias para evitar su repetición.

Según esas conclusiones, los especialistas no habrían encontrado responsabilidad en los tripulantes del submarino ni fallas técnicas preexistentes en la nave que guardaran relación directa con el siniestro; en cambio, los hallazgos se repartirían en acciones y omisiones de la cadena de mando de la Armada a partir del Comando de la Fuerza de Submarinos hasta el Jefe de Estado Mayor General de la Armada, quienes «por su deficiente desempeño, lejos de solucionar una situación crítica informada por sus subalternos, la empeoraron hasta provocar la pérdida de la nave y de toda su dotación».

También se sostiene que se «habrían identificado dentro de la cadena de mando de la Armada los responsables directos que habrían incurrido en serios incumplimientos en sus deberes como oficiales superiores, por lo cual habrían dejado a la tripulación del submarino ARA San Juan con el mínimo de posibilidades de sortear una situación gravísima de incendio eléctrico en sus baterías durante un mar embravecido reportado la noche del 14 de noviembre de 2017».

Los fundamentos técnicos del informe serían tan contundentes que habrían echado por tierra los vanos intentos de quienes intentaron disimular la gravedad de un incendio eléctrico en el cuarto de baterías llamándolo «principio de incendio» como si solo importara el volumen del fuego y no el lugar donde sucede, entre otros puntos relevantes.

Responsabilidades

Si bien aún los integrantes de la Bicameral siguen debatiendo sobre el «grado de responsabilidad» de los mandos de la Armada, los principales señalamientos recaen sobre la plana mayor del Comando de la Fuerza de Submarinos (COFS), por entonces a cargo del capitán de navío Claudio Villamide, o sea el jefe directo de Juan Pedro Martín Fernández, el comandante del ARA San Juan.

También se menciona en el informe preliminar al Comando de Adiestramiento y Alistamiento de la Armada (COAA), que estaba a cargo del contraalmirante Luis Enrique López Mazzeo. El COAA era el encargado de supervisar el mantenimiento y el buen funcionamiento del submarino y la capacidad operativa de la tripulación.

Un punto saliente del informe preliminar es que se deslinda de responsabilidad en la tragedia a los 44 tripulantes del submarino, tal como sugirió el ministro de Defensa.

La «responsabilidad política» de Aguad tiene varias cuestiones que se están tomando en cuenta. Si bien juró como ministro el 17 de julio de 2017, cuatro meses antes del hundimiento del submarino, para algunos integrantes de la Bicameral las responsabilidades políticas que le podrían caber a Aguad también deberían recaer en su predecesor, el actual senador riojano Julio Martínez.

En cuanto al Almirante Srur, el informe preliminar arroja dos puntos de vista que no lo dejan bien parado, pero que tampoco lo ubica en la línea principal de responsabilidades, a pesar del mando que cumplía. Ante la jueza Yañez y en la misma Bicameral, Srur sostuvo que si él hubiera sabido el estado en que estaba el ARA San Juan, no lo hubiera dejado zarpar, o sea que él, como jefe de la Armada, no conocía el estado de las naves. En relación a esto, se destaca que Srur podría haber ordenado un «sumario imparcial» para determinar lo que realmente sucedió y hallar los responsables.

Luego de la desaparición del submarino, el exjefe de la Armada solicitó un sumario sobre lo ocurrido que incluía un informe sobre las condiciones en las que zarpó la nave. El resultado fue el desplazamiento de sus cargos de López Mazzeo y Villamide. Se los acusaba de «arriesgar la integridad física de sus subordinados, sin necesidad evidente, y por actuar con negligencia/imprudencia notoria y grave al no impedir que el Submarino ARA San Juan navegase con posterioridad a la severas anomalías detectadas –tanto en la inspección N°10/16 ‘S’; como en la previa navegación del SUSJ para ‘Control de Mar’ efectuada entre los días 1 y 19 de julio de 2017 (…)». Pero a mediados del año pasado, el jefe del Estado Mayor Conjunto, Teniente General Bari Sosa, terminó anulando ese dictamen ya que una auditoría sobre la manera en que fue realizado determinó que el sumario realizado era «parcial».

Cadena de mando

En el informe se deja claro que el Comando de la Fuerza de Submarinos (COFS), a cargo de Villamide, «manejó de manera ineficiente la situación crítica de su unidad dependiente, de la cual tomara conocimiento por la comunicación satelital recibida en Mar del Plata el día 14 de noviembre a 23:42» y se señalan nueve puntos.

Entre ellos, que el «COFS debió repreguntar al ARA San Juan de qué modo el incendio eléctrico estaba ‘controlado’, teniendo en cuenta que no dijo ‘extinguido’, y que debido que estaban en superficie y con mal tiempo no habían podido ingresar al tanque de baterías para revisar los daños; que a las 22:00 había dado la posición sin novedad por lo que en apenas 1 hora 42 minutos no era tiempo suficiente para detectarlo, combatirlo y extinguirlo máxime teniendo en cuenta el antecedente de un incendio similar en el año 1995 en el cual se necesitaron casi dos días para extinguirlo consumiendo prácticamente todos los matafuegos de la ciudad de Mar del Plata».

Los diputados y senadores concluyen en que quedarán dudas sobre el origen del incendio y sobre el estado de la ya famosa válvula E-19, a través de la cual podría haber ingresado el agua de mar que habría generado el cortocircuito en las baterías de proa y este el incendio eléctrico; ya que no hay copia de las pruebas de 48 horas que se hizo antes que el submarino zarpara desde Ushuaia, ni de los cuadernos de reparaciones ya que ambos estaban a bordo.

En el informe preliminar se señala que, cuando fueron a declarar López Mazzeo y Villamide, los dos oficiales superiores se orientaron más a deslindar sus propias responsabilidades que en convertirse en valiosos aportes para los investigadores con el fin de determinar lo sucedido. También se destaca que desde aquel 15 de noviembre de 2017 ni la Armada, ni el Estado Mayor Conjunto, ni el Ministerio de Defensa, ni la Justicia Federal han entregado al momento un informe o dictamen con las causas del hundimiento y los nombres de sus