ARGENTINOS CREAN EL PRIMER TEST LATINOAMERICANO PARA DETECTAR ANTICUERPOS CONTRA EL COVID-19


Investigadores argentinos del Instituto Leloir y del Conicet desarrollaron un test serológico para monitorear la respuesta inmunológica de pacientes infectados con la COVID-19.

El avance es especialmente importante porque es de fabricación nacional, y ahorraría grandes cantidades de dinero al reducir “los costos” ya que muchos países del mundo han estado importando la prueba desde China.

De acuerdo a los registros actualizados de la Universidad Johns Hopkins, actualmente hay aprobados test serológicos de 6 países (USA, China, Suiza, Alemania, Singapur, Corea del Sur). Y sólo aprobados para investigación, se suman Reino Unido y Canadá. Argentina, con esta novedad, pasa a ser el primer país latinoamericano en tener su propio test serológico.

Qué es un test serológico o de anticuerpos

Actualmente hay dos tipos principales de pruebas que usan los países en medio de la pandemia: las pruebas serológicas, también denominadas «pruebas rápidas», ofrecen resultados en 10 minutos, mientras que las pruebas moleculares tardan unas dos o tres horas.

La serología es el estudio que permite comprobar la presencia de anticuerpos en la sangre y es una prueba fundamental a la hora de realizar donaciones de sangre y transfusiones. Este se basa en un examen serológico, que tiene como fin el conocer la exposición o presencia previa de un microorganismo patógeno en particular y a partir de ella la capacidad de respuesta del individuo a tal infección.

En lo que refiere a la actual pandemia, un test serológico en vez de detectar propiamente al virus SARS-CoV-2 (causante de la COVID-19), la prueba serológica detecta nuestra respuesta inmunológica contra el patógeno. Es decir, a través de una gota de sangre el test detecta los anticuerpos que produce el organismo mientras está respondiendo o ha respondido en algún momento a esta infección.Estos anticuerpos son los IgM (inmunoglobulina M) y los IgG (inmunoglobulina G), que se adhieren al virus para desactivarlo o eliminarlo. La principal crítica a este tipo de prueba es que “no se puede confiar en las pruebas serológicas para que nos digan si alguien está infectado ahora mismo”.

La OMS no recomienda estos análisis para diagnosticar a un paciente que necesita atención. La razón es que el organismo puede tardar al menos diez u once días en liberar los anticuerpos IgM y los IgG. Países como Perú y Colombia usan estas pruebas, aunque no para diagnosticar infecciones vigentes, sino para facilitar la vigilancia de la pandemia e identificar potencialidades inmunológicas.

Un test serológico de sello argentino

El ministro de Ciencia y Tecnología de la Nación, Roberto Salvarezza, destacó a Télam que “este logro se traduce en soberanía sanitaria para el país”, en un mensaje que hace recordar a un reciente discurso de la presidenta del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología de México (Conacyt) de México, María Elena Álvarez-Buylla, quien se refirió a la soberanía científica.

El desarrollo estuvo a cargo de un equipo liderado por la virológa Andrea Gamarnik con el apoyo de la Unidad Coronavirus del Ministerio de Ciencia y Tecnología de la Nación y el método se concretó en 45 días cuando habitualmente lleva entre seis meses y un año.

Otras dos aplicaciones de esta prueba serológica denominada «COVIDAR Irg», que hoy contó con la aprobación de la Administración Nacional de Alimentos y Tecnología (ANMAT) será la cuantificación de anticuerpos en muestras de convalecientes con fines terapéuticos y el análisis de la evolución de la pandemia a nivel poblacional.

Cuántos test serológicos argentinos hay

El ministro anunció que «ya podemos elaborar 10.000 determinantes de estas pruebas serológicas que serán entregadas en los próximos días a la provincia de Buenos Aires para que los apliquen en los lugares que crean necesario».

En este sentido puntualizó que «estamos en condiciones de distribuir esos 10.000 pruebas serológicas, las cuales se pueden elaborar semanalmente, con lo que en un mes llegaríamos al medio millón», precisó Salvarezza.

Hablan los científicos

“Los anticuerpos pueden detectarse en suero o plasma de personas con sospecha de Covid-19 generalmente a partir de los 7 días del comienzo de síntomas, aunque pueden aparecer antes o después. Y luego persisten por períodos prolongados, incluso cuando la persona ya se ha curado” explicó Julio Caramelo, jefe de laboratorio e investigador del Conicet.

Indicó que por este motivo «los test serológicos son de gran utilidad para evaluar la extensión de la pandemia en la población, dado que permiten detectar casos asintomáticos que han pasado desapercibidos».

Gammarnik destacó el logro de la ciencia nacional, calificándolo que «esto es un logro monumental, trabajamos a destajo sábados y domingos sin parar, fue una maratón ya que nos propusimos poner al servicio las capacidades del sistema científico para el Ministerio de Salud”.

Gammarnik, quien hasta recientemente se dedicaba a estudiar el dengue y el zika, dijo que “antes la idea era hacer un kit serológico desde el Conicet para la gente, este objetivo demuestra que la inversión en ciencia vale la pena”.


El desarrollo estuvo a cargo de un equipo liderado por la virológa Andrea Gamarnik.

La científica logró hace diez años secuenciar el genoma del virus del dengue y como ese virus muta al saltar del mosquito al humano. En declaraciones que reproduce la agencia argentina, remarcó que los anticuerpos «aparecen a la semana de estar en contacto con el virus y aumentan con el tiempo y cuando una persona se cura los anticuerpos,perduran por meses».

La científica destacó que estos anticuerpos «pueden ser detectados a personas que tuvieron coronavirus hace un mes y no lo sabían porque fueron asintomáticos» y subrayó: «esta prueba sirve para monitorear pacientes y para detectar en sueros de pacientes recuperados si tienen altos niveles de anticuerpos».

No es la primera prueba de detección rápida de coronavirus cuyo origen es latinoamericano. En México, científicos de la Universidad Autónoma de México (UNAM) propuso abordar el problema con un biosensor para identificar la COVID-19 en tan solo 90 minutos, aplicando la técnica en el ARN.

 

Daniel Meza
Esta noticia ha sido publicada originalmente en N+1, ciencia que suma