Selk’nam: la lucha por existir

El pueblo selk’nam se ha puesto en pie de guerra contra el Estado chileno tras la aprobación del proyecto de ley que reconoce el genocidio de su etnia. Este proyecto no reconoce a las 200 personas que componen las ocho familias congregadas en la Comunidad Covadonga Ona, ni la personería jurídica que debieron conformar para concretar los informes y estudios que demuestran la existencia de descendientes de la etnia Selk’nam sobrevivientes al genocidio perpetrado a fines del siglo XIX.
La Comunidad “Rafaela Ishton” expresó su solidaridad y apoyo al pueblo selk’nam de Chile, en rechazo total y absoluto al proyecto de ley, por el cual se declara la extinción de esa etnia, con el propósito de apoderarse de sus tierras, cuando los indígenas sostienen que la iniciativa “pone una lápida a un pueblo que aún está vivo”.

Vanina Ojeda Maldonado, 5ta Generación del pueblo Originario Selk’nam, miembro de la Comunidad “Rafaela Ishton” de Tierra del Fuego y delegada zonal de Ushuaia, dio a conocer una misiva donde deja expresado el apoyo a la Comunidad Indígena Selk’nam Covadonga Ona, quienes, mediante la Corporación del Pueblo Selk’nam en Chile por el Rescate, Valoración e Identidad Cultural, han pronunciado su rechazo a la implementación del proyecto de ley que reconoce el genocidio ocurrido con los pueblos indígenas australes.

El proyecto además propone erigir un memorial, a modo de reconocimiento del proceso que terminó con el “exterminio y la desaparición” de los pueblos selk’nam y aonik’enk, así como también para honrar a los pueblos kawésqar y yagán, “en riesgo de extinción”.

En la carta, la comunidad aborigen de Argentina señala que “los pueblos indígenas de la Patagonia, Magallanes, Tierra del Fuego y los canales Australes, somos pueblos vivos, existentes y preexistentes a la colonización occidental y a la conformación de los estados nacionales de Chile y Argentina, quienes, a pesar de a los vejámenes y el genocidio, no estamos ni extintos, ni en riesgo de extinción, pues perpetuamos nuestras culturas y nuestras descendencias”. Agrega que los “pueblos selk’nam y aonikenk son pueblos que cuentan con descendientes vivos en ambos países y que mantienen sus vínculos ancestrales, territoriales y de identidad, así como también, sus manifestaciones, sociales, culturales, lingüísticas, artísticas y espirituales”.

Por todo ello expresan el rechazo que en el proyecto de ley se utilice indistintamente los conceptos “genocidio” y “exterminio”, ya que, el segundo implica hacer desaparecer “totalmente” a un grupo humano, cosa que no es fehaciente, pues, lo que ocurrió fue genocidio, es decir, una matanza “deliberada” a estos grupos humanos.

La presidenta de la Corporación Pueblo Selk’nam Chile, He’many Molina, manifestó la preocupación que existe en las comunidades frente a esta situación. “Es como contradictorio que, por un lado, nos inviten y nos incluyan en actividades oficiales del Estado y, por otro lado, nos estén declarando extintos, cuando nosotros llevamos bastante tiempo haciendo las investigaciones y el trabajo que corresponde para llegar a la instancia lógica de solicitar un reconocimiento como corresponde”, sostuvo la dirigente ona.

Una de las razones por la cual los selk’nam no son reconocidos por la ley chilena, tiene base en los estudios realizado por la antropóloga Anne Chapman, quien denominaba como «últimos selk’nam», a quienes eran de padre y madre ona. En cambio, el antropólogo Pedro Campos sostiene, “el purismo, la línea clásica de la antropología, pautaba que dejando las costumbres, dejando el idioma, no teniendo un tronco familiar indígena, las personas dejaban de ser indígenas. Pero no es así, las culturas son dinámicas. Además, si han dejado el idioma y las costumbres es porque la sociedad ha tenido una política de desaparición de los indígenas”.

Para ser reconocidos legalmente, necesitan reunir una serie de antecedentes que prueben que son selk’nam, algo prácticamente imposible de hacer según Nelson Aguilera, ex director de la Conadi de Magallanes. “Tenemos un vacío de 1950 a 2018 en que no tenemos ningún registro o antecedente cierto, serio o suficientemente consistente que nos permita presumir que hay población de origen selknam en territorio chileno. En la medida en que el pueblo selknam es desestructurado de forma violenta, su manifestación desaparece del territorio chileno definitivamente en 1930. De ahí en más, si hay descendientes vivos, son una manifestación genética. Eso puede ser identitario, pero no cultural. Lo que existe son un par de personas que han afirmado una condición étnica, pero esa afirmación carece de solidez y consistencia histórica”.-