CORORNAVIRUS: LA CUARENTENA FUNCIONA Y LOS DATOS ESTADÍSTICOS DE CHINA LO DEMUESTRAN

América Latina registró el primer caso de Covid-19 a finales de febrero. Desde entonces, los sistemas de salud de cada país han registrado a un mayor número de infectados. Para frenar el avance de la enfermedad, numerosos países han optado por medidas de cuarentena como el cierre de fronteras, la inmovilización obligatoria y el distanciamiento social. Sin embargo, ¿qué tan efectivas son estas medidas para luchar contra el coronavirus?

Un estudio publicado en la revista Science analiza numéricamente los resultados de las disposiciones tomadas en Wuhan (ciudad de la provincia de Hubei) para contener la epidemia. Los resultados muestran que estas medidas redujeron la cantidad de personas infectadas fuera de Hubei en un 96%, previniendo cientos de miles de infecciones en China.

A finales de diciembre de 2019, en Wuhan, una de las ciudades más grandes de China central, se registraron varios casos de neumonía causada por un patógeno desconocido, que se identificó como una infección por coronavirus relacionada con el SARS (SARS-CoV-2). El brote ocurrió antes de las vacaciones del Año Nuevo Chino y del Festival de Primavera, durante el cual generalmente ocurren hasta tres mil millones de movimientos entre ciudades.

Para evitar la propagación de la infección el 23 de enero, las autoridades prohibieron la entrada y salida de Wuhan, y al día siguiente cerraron toda la provincia de Hubei, donde se encuentra la ciudad.

Esto no fue todo: las autoridades chinas otorgaron a la situación el mayor grado de peligro (Nivel 1) y tomaron las medidas restrictivas apropiadas, incluida la restricción del transporte público, el cierre de escuelas y centros de entretenimiento, la prohibición de reuniones masivas y el aislamiento de todas las sospechas de infecciones por coronavirus.


¿Funcionan las medidas?

Desde su primera aparición, el virus llegado a varios países del mundo; sin embargo, la efectividad de las medidas restrictivas para la propagación de la enfermedad que algunos países están tomando todavía no es clara. Aunque hay una serie de modelos matemáticos que predicen el curso de los eventos en respuesta a otros, todavía faltan datos reales para obtener pronósticos más precisos.

En ese sentido, científicos de la Universidad Normal de Beijing, en colaboración con colegas de varios centros de investigación estadounidenses y chinos, evaluaron los efectos de las prohibiciones de viaje y el distanciamiento social forzado en China 50 días después del inicio de la epidemia, del 31 de diciembre de 2019 al 19 de febrero de 2020.

Los números demuestran la efectividad

Para cuantificar la efectividad de las medidas tomadas, los investigadores combinaron datos sobre más de 4 millones de desplazamientos de personas de Wuhan, obtenidos con la ayuda de geometrías, con datos sobre la propagación de la infección en diferentes ciudades de China. Estimaron que el virus tardó 28 días en propagarse a 262 ciudades. A modo de comparación, en 2009, la gripe H1N1 necesitó 132 días.


Número de casos confirmados de Covid-19 en chino (excluyendo a Wuhan) en relación a los días cercanos al 25 de enero (día 0). 

El número de casos nuevos en otras ciudades chinas resultó ser proporcional al número de personas que se movieron allí desde Wuhan. En promedio, los cierres de ciudades retrasaron la propagación de la infección en aproximadamente tres días, lo que permitió a 130 ciudades prepararse para el brote por adelantado.

Los científicos también demostraron que en las ciudades que introdujeron medidas restrictivas antes de que se detectaran las primeras infecciones, se registró un tercio de los casos confirmados que en las ciudades que introdujeron restricciones más tarde.

El modelo supone que sin el cierre de Wuhan y la introducción de medidas especiales, el número de casos de infección en China fuera de Wuhan para el 19 de febrero habría sido de 774 mil, cuando en realidad fue de aproximadamente 30 mil (debemos tener en cuenta que en este momento debido a las vacaciones se esperaba una gran cantidad de viajes). Si las autoridades se hubiese limitado a cerrar solo Wuhan, esto conduciría a 202 mil casos de la enfermedad, y si se hubiesen limitado solo a medidas de emergencia en la ciudad, el número de casos sería de 199 mil.


Trayectorias epidémicas esperadas sin la prohibición de viajar de Wuhan (cierre) y con intervenciones realizadas como parte de la respuesta de emergencia nacional de Nivel 1. Se muestra una clara diferencia entre las curvas que muestran las diferentes medidas tomadas por el gobierno. La curva roja indica el crecimiento de casos sin restricciones; la negra con todas las implementadas. 

El número de nuevas infecciones en el pico de la tasa de incidencia confirma la efectividad de las restricciones. En la provincia de Hubei el pico se registró el 4 de febrero con 3.156 nuevos casos en un solo día; en otras regiones el pico se llegó el 31 de enero con 875 nuevos casos.

Por lo tanto, los autores concluyen que las medidas restrictivas tomadas en simultáneo ayudaron a contener la epidemia de COVID-19 en China y ofrecen una explicación de por qué se detuvo e invirtió el aumento de la incidencia, limitando el número de casos confirmados reportados a 29,839 (estimación del modelo ajustado 28,000 ± 1400 casos), 96% menos de lo esperado en ausencia de intervenciones. Sin embargo, queda por ver cuáles de estas medidas son más efectivas porque muchos se introdujeron simultáneamente en China.  Aun así, este análisis muestra que suspender el transporte público dentro de la ciudad, cerrar lugares de entretenimiento y prohibir las reuniones públicas, que se introdujeron en diferentes momentos en diferentes lugares, se asociaron con la contención general de la epidemia. Sin embargo, es probable que otros factores hayan contribuido al control, especialmente el aislamiento de pacientes sospechosos y confirmados y sus contactos.

De todas maneras, los autores advierten en el estudio que, debido a la pequeña fracción de ciudadanos contagiados (5.41 por 100.000 habitantes), “es poco probable que la propagación de la infección se haya detenido”. En consecuencia, agregan que “una gran fracción de la población china sigue en riesgo de Covid-19”. Es posible que sea necesario restablecer las medidas de control si hay un resurgimiento de la transmisión.

Lo que ocurre en América Latina

Varios de los países de la región implementaron medidas radicales de contención para evitar la entrada de nuevos casos a un país consistentes en cierres de la fronteras, vigilancia cercana de los viajeros, aislamiento de casos y cuarentena a contactos. Pero esta semana, países como Perú, Panamá y Colombia, están en fase de mitigación (se establece cuando se dan casos de contagios locales y por ende las medidas deben ser más estrictas). Las medidas en esta fase consisten en controlar el cumplimiento del distanciamiento social obligatorio, establecer toques de queda con horarios o salidas al mercado reguladas través de fechas especificas o por número de documento de identidad de las personas o sus vehículos. Y en algunos casos con el uso de la fuerza pública y militarización de las zonas para maximizar el control.

Los criterios para valorar cuando y cómo poner en marcha estas medidas se basan en la capacidad y medios de transmisión del nuevo virus, el período de incubación, la tasa de hospitalización y de letalidad; también se tiene en cuenta la distribución de la susceptibilidad por edades y en la calidad y la efectividad de los servicios de salud disponibles. Estas medidas de mitigación son necesarias para que la transmisión de la enfermedad sea más lenta; y así tener tiempo para que el sistema de salud reaccione y no colapse en el intento.

El impacto de las medidas de salud pública implementadas en América Latina dependen de la rapidez con que se tomen y del grado de aceptación y cumplimiento estricto que consigan los gobiernos. Históricamente ante otras pandemias, la población ha seguido estas medidas cuando la percepción de la enfermedad es considerada de mayor gravedad. Hasta la fecha, los países han considerado sus resultados dentro de lo esperado en sus modelos matemáticos de predicción, y por ello siguen enfáticos en la implementación y cumplimientos de estas medidas.

Adrian Díaz y  Tania Valbuena

Esta noticia ha sido publicada originalmente en N+1, ciencia que suma